Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, acaba por no saber incluso lo que quiere.
Todas las cosas son complicadas y simples a la vez, esa es al regla fundamental que gobierna al mundo y no debemos olvidarlo, incluso las cosas complicadas - y que en realidad lo son-
tienen un móvil extremadamente simple.
Solo hay que buscarlo.