Los complejos no solo acobardan y apocan a quien los carga, si se les deja vivos, somos imanes y atacan con igual dureza a todo el que los ve de cerca dejando muy poco para dar y tan duro metal se envuelve el corazón para recibir.
Conserva la paz en todo cuanto te rodea, gozarás de un bienestar interno comparable con la serenidad de un niño dormido o el melodioso susurro de las aguas tranquilas..
Cuando la vida te presenta razones para llorar, demuestra que tienes mil razones para reir..